Rompe el aire: Galiza 2012: Praia das Catedrais, Ribeira Sacra, Castro de Baroña, Illas Cíes, A Coruña

Durante cuatro días visitamos cuatro fantásticos lugares de la maravillosa Terra Galega. Esta vez vamos a empaparnos particularmente de su espectacular naturaleza.

Nuestro punto de partida va a ser siempre A Coruña, donde tenemos la suerte de hospedarnos, puesto que esta preciosa ciudad está repleta de encantadores rincones, algunos de los cuales también incluimos aquí.

Mostra Galiza 2012 en un mapa més gran

Praia das Catedrais (12-8-2012)

Desde A Coruña nos lleva un par de horas llegar a la Praia das Catedrais. Siguiendo las tablas de mareas hoy tenemos que llegar a las 19.00h que es cuando hay bajamar y por tanto podemos bajar a la playa y discurrir por entre las impresionantes formaciones rocosas que el mar Cantábrico ha ido formando en esta costa lucense.

Aquí, los envites del mar han ido laminando los acantilados de pizarra y esquisto hasta darles las actuales formas caprichosas que, creando arcos y cuevas visibles paseando por la playa en bajamar, han hecho que la gente denomine como Praia das Catedrais a la Praia de Augas Santas, perteneciente al Concello de Ribadeo, Parroquia de A Devesa.

A la hora que llegamos el sol ya está más bajo y alarga las sombras de las moles rocosas. Pero esto solo lo vemos durante unos minutos porque aquí, en Galicia, y sobretodo en la costa, el cielo es cambiante y tan pronto hace sol, como se nubla, o te envuelve la niebla o te empapa la lluvia y el viento. Esto hace aún más bello el paisaje ya que lo hace siempre diferente, único y especial, de forma que nunca te cansas de verlo, pues siempre es tan nuevo como viejo.

Aquí van unas fotos para disfrutarlo.

Ribeira Sacra (13-8-2012)

La Ribeira Sacra es una zona que comprende varios concellos o municipios en torno al río Sil. Empieza en la desembocadura de éste en el Miño en lo que se llaman los cañones inferiores hasta llegar a la presa y central hidroeléctrica de Santo Estevo, lugar donde empiezan los cañones superiores. Se trata de elevaciones rocosas originadas entre las eras terciaria y cuaternaria entre las que ha quedado encajonado el río Sil, el cual al mismo tiempo ha ido erosionando las paredes formando algunas zanjas o cañones impresionantes. Estas elevaciones llegan a alcanzar en algunos puntos hasta 500 metros de desnivel y pendientes de hasta el 70%.

En este terreno tan escarpado llevaron los Romanos en el s.I la uva Mencía desde otras zonas como León. Para ello no tuvieron ningún problema en utilizar 5000 esclavos que trabajaran las escarpadas pendientes para crear unas mínimas terrazas donde plantar las vides. Las piedras de las terrazas tenían además la función de absorver el calor del sol durante el día para seguir irradiándolo hacia las vides durante la noche. Esto era fundamental para conseguir una buena maduración en una zona donde el sol a veces cuesta de ver por la propia climatología gallega.

Para recolectar las uvas había dos métodos. O bien los esclavos cargaban con pesados cestos subiendo las inclinadas terrazas hasta llegar a los caminos superiores, o bien lanzaban los racimos al río donde otros con barcas los recogían. Actualmente hay carriles en algunas terrazas para subir las uvas en vagonetas hasta arriba.

Posteriormente, con la cristianización, se fueron instalando en esta zona diversos conventos. Los monjes siguieron cuidando las vides y elaborando vino. A partir de su implantación empezó a conocerse esta zona como Ribeira Sacra. Y posteriormente, el vino producido, como vino de Ribeiro.

Llegar desde A Coruña nos costó bastante, algo más de tres horas, principalmente por culpa de una mala señalización que no sabemos si atribuirla o no a la famosa retranca gallega. Y cuando decimos mala señalización lo que queremos decir es exactamente letreros que indicaban destinos al revés. Menos mal que los gallegos, a parte de su retranca, rebosan amabilidad y nos ayudaron bastante. Pero ahora, una vez perdidos por este rincón de la Galicia profunda ya podemos decir cómo llegar sin problemas al embarcadero de catamaranes que recorren el río.

Todo va bien por autopista hasta llegar a Ourense, donde hay que coger la salida para la N120. Con esta carretera bordeamos el Norte de la ciudad y seguimos. Esta carretera bordea el Miño y lo vemos a nuestra izquierda. A pocos quilómetros aparece un desvío a la derecha que reza, entre otros destinos, "Catamaran". NO HAY QUE TOMARLO!!! Nosotros lo hicimos y, a parte de que cada vez nos elevábamos más por una carreterita de montaña, al final nos llevaba otra vez a Ourense. Así pués, lo que había que hacer era continuar recto hasta ver indicaciones para el pueblo de Os Peares, lugar donde el Sil desemboca en el Miño. Pero justo antes de llegar a este pueblo hay una bifurcación con un puente a la izquierda y una carreterita a la derecha. A la izquierda indica también "Catamaran". NOOOOOO!!! Tampoco por ahí se va. Hay que ir por la carreterita de la derecha que ya indica "C.H. Santo Estevo". Ésta sí que bordea el Sil y nos lleva, tras pasar por la central hidroeléctrica, realmente hasta el embarcadero de los catamaranes. Uff! Esta vez sí.

Castro de Baroña (14-8-2012)

El Castro de Baroña es un antiguo asentamiento celta mágico, intenso y muy bien conservado. Está situado en una pequeña península unida por un istmo a tierra firme perteneciente al concello de Porto do Son. Este poblado debió ser ocupado entre los siglos I a.C y I d.C, y está formado por unas 20 viviendas de forma circular de las que no quedan los techos porque normalmente éstos eran de ramas y otros materiales vegetales. Pero sus murallas, calles, escaleras y muros de las viviendas están tan perfectos que te puedes trasladar sin ningún esfuerzo con la imaginación a aquellos tiempos en que los celtas vivían aquí básicamente de la pesca y el marisco, protegidos por la muralla natural de las rocas de las invasiones provenientes del mar, así como de la provenientes de tierra firme gracias a un par de murallas magníficamente construidas.

Además, el día de hoy lo hace aún más céltico y espectacular si cabe. Primero nos envuelve una intermitente humedad, como gotas de mar que vinieran del batir de las olas contra las rocas. Luego la humedad se hace más intensa, el cielo hace tiempo que está cubierto y gris, y parece que nos envuelve una niebla que, al poco rato, nos deja ver sus finas gotas que son realmente de lluvia y no de niebla, las cuales cada vez se hacen más recias y nos golpean ya descaradamente por todos los costados gracias a un viento intenso en todas direcciones.

Las siguientes fotos muestran diferentes perspectivas y detalles de este fantástico entorno.

Vista desde el aparcadero: bosque y sendero que lleva al Castro. A la izquierda se entrevé la Praia de Arealonga.

Un alto rocoso a un lado del camino. A la izquierda la Praia de Arealonga y a la derecha la península con el Castro.

Dándole la espalda al mar desde las últimas rocas de la península.
El Castro y tierra firme al frente. Praia de Arealonga a la derecha.

Por las calles del Castro...

Murallas del Castro

Espectacular vista del Castro y Praia de Arealonga desde lo alto de las rocas

Desde A Coruña nos lleva un par de horas llegar al Castro de Baroña. Y ésta vez no hay pérdida. Está todo muy bien señalizado. De A Coruña a Santiago por autopista hasta ver la salida de Santiago Sur y Noia. Entonces seguimos por el corredor autonómico (carretera normal pero ancha y con muchas zonas de doble carril) hasta Noia, y de aquí ya seguimos por la carretera AC-550 bordeando la costa y sus diferentes pueblos hasta Porto do Son. Continuamos unos kilómetros más hasta ver la señal del desvío que nos lleva directamente a un aparcadero y un restaurante que precede a un espeso bosque de pinos, auténtica antesala del castro. Hay que decir también que en el restaurante se come bien y a un precio razonable, además de estar muy limpio.

Illas Cíes (15-8-2012)

Las Illas Cíes, frente a la Ría de Vigo, forman parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. En la foto anterior se ven las tres islas principales. A la izquierda la Isla Sur o de San Martiño, inaccesible a los turistas. En el centro la Isla del Medio o del Faro y a la derecha la Isla Norte o de Monteagudo, donde llegan los catamaranes desde Vigo o Cangas del Morrazo. Estas dos últimas islas están unidas al Este por una playa impoluta de arena finísima y blanca, la Praia de Rodas, y al Oeste por un sistema rocoso sobre el cual se ha creado un camino. Entre estos dos caminos de unión queda encerrado el llamado Lago dos nenos.

Estas islas son un auténtico paraíso natural donde podemos hallar diferentes ecosistemas: playas con dunas y aguas turquesas y claras con los peces llegando hasta la mismísima orilla, espesos bosques de pinos donde perderse en un paisaje entre mediterráneo y pirenáico y dejar de oír los embates del océano, acantilados mordisqueados sin descanso por el océano, dunas, ...

El mapa y las fotos siguientes muestran la ruta que seguimos por estas islas para ir a la Pedra da Campá y al Faro Cíes.

Mostra Illas Cíes en un mapa més gran

Saliendo del puerto de Vigo

Llegando al embarcadero de la Isla Norte o de Monteagudo con la Praia de Rodas enfrente

Camino desde el embarcadero hacia la Isla del Medio o del Faro bordeando la Praia de Rodas con sus dunas y bosques de pinos

Volviendo la vista atrás, embarcadero y Praia de Rodas desde el principio del bosque

Embates del Océano Atlántico en el camino rocoso del Oeste entre las Islas Norte o de Monteagudo y del Medio o del Faro

El Lago dos nenos una vez pasado el camino, ya en la Isla del Medio o del Faro

Vista atrás antes de adentrarse en el bosque

Vista de la Isla Sur o de San Martiño una vez fuera del bosque

Pedra da Campá, a unos 200 metros al Norte desviándose del camino hacia el Faro Cíes

Gaviota patiamarilla, auténtica reina de este paraíso

Vista de la subida final al Faro Cíes

Siguiendo el camino hacia el Faro Cíes (Isla Sur o de San Martiño al fondo y Faro da Porta abajo)

Isla Sur o de San Martiño vista desde el Faro Cíes

Acantilados y lado Oeste de las Islas Norte y del Medio vistos desde el Faro Cíes

Para llegar a las Islas Cíes nosotros lo hicimos desde el puerto de Vigo, donde se llega desde A Coruña por la autopista del Atlántico. Está bien indicado todo pero al llegar a Vigo hay que ir directamente en dirección al puerto deportivo donde hay todos los servicios necesarios (tiendas, restaurantes, aparcamiento) y también la Oficina de Turismo y las oficinas de la Naviera Mar de Ons para adquirir los billetes de los catamaranes que llevan a las islas.

A Coruña y otros lugares de ida y vuelta...